jueves, 17 de mayo de 2007

Y es por eso que hoy vengo a verte

Trofe UEFA
Otra noche épica vivida en Glasgow.

Tras el golazo de Zidane otro equipo español levanta una copa europea en Hapmdem Park. Partidazo el que se vio anoche.

Un Sevilla que demostró ser un grande y jugó como un grande. Desde el principio era el favorito de todos, y el Español (con ñ, qué mierda es eso de quitarla) salió a luchar desde el primer minuto con un ritmo que era imposible aguantar. Además la expulsión de Moisés le pasó factura a los pericos.

Al margen del partido, que fue un partidazo, las dos aficiones estuvieron muy bien. Animaron a sus equipos en todo momento y no pararon de dar fuerza a los jugadores cuando ya no podían más.

Los detalles a destacar fueron la bandera nacional (esa que parece que es pecado llevar y que quienes lo hacen es porque son unos fachorros) en la camiseta Sevillista. La bufanda con los mismos colores que del Nido colocó a la Copa (otros no lo hubieran hecho). El Sevilla haciendo el pasillo al equipo subcampeón, como muestra de respeto y admiración.

Por eso el Sevilla ya vive como un grande y juega como un grande.

Mientras otros se dedican a vender la piel del oso antes de cazarla y decir que van a ganar 7 títulos (lo cual es una gilipollez de dimensiones enormes, pero de eso ya hablaré en otro momento) el Sevilla se dedica a trabajar y hoy por hoy ha ganado los dos títulos que ha disputado y en los otros dos aún tiene opciones. En la Copa del Rey se medirá al Getafe. Quizás pase factura la acumulación de partidos, o quizás no. Tiene un banquillo de lujo y puede tirar de él. Y en la Liga puede ser campeón en caso de empate a puntos con el Madrid y el Barsa (el Gol Average le es favorable de momento) mientras que un triple empate lo dejaría segundo.

Sea como sea, conseguir repetir título europeo consecutivo es algo que sólo había logrado el mejor equipo del mundo, el Real Madrid.

Hoy, horas después de la euforia desatada, sólo queda deciros

GRACIAS

1 comentario:

José Angel Muriel dijo...

Pues sí. Es para alegrarse. Y mucho. Sin presunciones ni alardes, sólo haciendo el trabajo bien hasta el final. Ahí está, el tercero de la Liga. Y qué ejemplo dieron ambas aficiones.